¿Qué harías si tu auto se descompone en medio del tráfico o si de pronto surge una emergencia médica? ¿Tienes cómo cubrir esos gastos sin estresarte ni endeudarte? La vida es impredecible y si bien no podemos evitar lo inesperado, sí podemos estar preparados para cuando llegue. Para hacerle frente a situaciones como estas, es crucial tener un fondo de emergencias que garantice tu tranquilidad emocional y financiera en situaciones repentinas.
En este blog te contaré cómo crear ese respaldo económico que te permitirá dormir tranquilo, sabiendo que si algo inesperado sucede, tendrás como resolver.
Primero definamos qué es un fondo de emergencias
Un fondo de emergencias es una reserva de dinero, que tiene como objetivo hacerle frente a situaciones que generan gastos no planificados y que no pueden esperar para ser atendidos.
Es como una red de seguridad que nos protege frente a circunstancias que ponen en riesgo nuestro bienestar y la estabilidad de nuestras finanzas.
Tres razones para tener un fondo de emergencias
Todos deberíamos contar con un fondo de emergencias para tener un respaldo frente a situaciones imprevistas, sin comprometer nuestra salud financiera.
Estos son algunas de las principales razones para tener uno:
Seguridad financiera
Tener un fondo de emergencias garantiza que contarás con un respaldo económico para hacerle frente a pagos o gastos no planificados, sin tener que recurrir a préstamos o créditos que desestabilicen tus finanzas y aumenten tu nivel de endeudamiento.
Tranquilidad emocional
Un fondo de emergencias te permitirá hacerle frente a situaciones adversas con calma, sabiendo que, al menos en la parte monetaria que siempre suma estrés y desesperación en situaciones de urgencias, tienes un sostén financiero para resolver.
Protección de tus ahorros
Aunque muchos lo hagan, recurrir a tus ahorros para afrontar algún gasto de emergencia no es nada recomendado, sobre todo porque es muy difícil regresar ese dinero que “tomaste prestado”. Contar con un fondo exclusivo para este tipo de situaciones, evitará que uses tus ahorros en pagos para los que no planeabas destinarlos.
Cómo crear un fondo de emergencias
Tener un fondo de emergencias es una decisión esencial para asegurar tu estabilidad financiera frente a situaciones inesperadas.
Crear uno es bastante similar a empezar a ahorrar, solo que además de variar de objetivo, un fondo de emergencias debe:
Ser accesible para que dispongas del dinero cuando lo necesites.
Estar separado de otras fuentes de dinero para evitar enredos.
¿Listo para crear el tuyo? ¡Sigue nuestro paso a paso!
Analiza tus finanzas
Primero haz una lista de tus pagos y gastos mensuales para que determines cuánto podrías destinar a este nuevo fondo de ahorros y para que sepas cuánto necesitarías para cubrirlos (por al menos tres meses) en caso de que pierdas tu empleo o te veas frente a una emergencia que te genere un gasto considerable sin que haya estado planificado.
Crea un plan de ahorro
Ahora que sabes cuánto necesitas para solventar tus gastos en caso de desempleo o emergencias y cuánto puedes destinar para alimentar tu fondo de emergencias, elige la frecuencia con que le sumarás dinero y de dónde provendrá este.
Elige donde guardarlo
Si ya decidiste cuánto y cada cuánto sumarás a tu fondo de emergencias, ahora es importante que establezcas dónde lo guardarás. Sea que elijas tenerlo en efectivo o en una cuenta bancaria, es importante que esté separado de tus otros ahorros.
Empieza poco a poco
No tiene que ser la gran cantidad, pero idealmente expertos en finanzas recomiendan empezar tu fondo de emergencias destinando el 10% de tus ingresos mensuales y podrías aumentarlo paulatinamente si tus fuentes de ingreso también incrementan.
¡Listo! Ya hiciste lo más importante, ya diste el primer paso. Ahora debes seguir alimentándolo, revisarlo constantemente y reponer el dinero si sucede alguna situación que te haga usarlo.
Cuándo usar el fondo de emergencias
Un fondo de emergencias, al igual que los ahorros, es el resultado de tu esfuerzo, disciplina y dedicación, por lo tanto, merece ser usado con sabiduría.
Lo primero que tienes que hacer es distinguir entre qué es un imprevisto y qué es una emergencia. Un imprevisto puede esperar, mientras una emergencia no puede ser pospuesta.
Un gasto inesperado puede ser una remodelación de la casa que no tenías planificada, como pintar, cambiar los muebles o hacer una ampliación. En cambio, una emergencia sería el reemplazo, por avería, de un electrodoméstico de primera necesidad como la cocina o la refrigeradora.
Otras emergencias comunes pueden ser caer en el desempleo, tener que comprar tratamientos médicos, tener que visitar a un especialista por enfermedad, hacer reparaciones importantes a tu vehículo o realizar un viaje por una emergencia familiar.
Para terminar de decidir si es prudente usar tu fondo de emergencias, te recomiendo preguntarte:
¿Es en realidad algo que no esperaba?
¿Es un gasto realmente necesario?
¿Esto debe solucionarse inmediatamente?
¿Mi vida se verá afectada si no lo pago?
Si te respondes que SI a al menos a dos de estas preguntas, no dudes en usar tu fondo de emergencias.
¡Adelántate a las adversidades!
Las emergencias pueden tocar a nuestra puerta cuando menos las esperamos, en cualquier momento, de hecho, eligen los peores para llegar. Por esto, es cada vez más importante contar con un fondo que te respalde frente a estas situaciones.
No esperes a que algo imprevisto te suceda y no comprometas tus ahorros, toma la delantera empezando tu fondo de emergencias ahora.
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