¿Y si enseñarle a tus hijos a ahorrar fuera tan fácil como enseñarles a lavarse las manos? Así como aprendió a cepillarse los dientes o a guardar sus juguetes, también puede aprender a cuidar su dinero. Todo empieza con pequeños hábitos diarios.
Pero, ¿Por dónde comenzamos? ¿A qué edad es mejor? ¿Cuánto deben ahorrar? Es normal hacerte esas preguntas, pero con un poco de creatividad y constancia, puedes hacer que este proceso sea sencillo.
¿Cuándo es el momento ideal para empezar?
Puedes iniciar este aprendizaje mucho antes de lo que imaginas, ya que los niños imitan hábitos y costumbres, por lo que es necesario incluirlos en decisiones cotidianas como ir al supermercado o hacer el presupuesto familiar, ya que verá y aprenderá el valor de las cosas.
Desde que tu hijo te comparte sus deseos, estás ante una oportunidad para introducirlo al hábito del ahorro y hacer de su proceso algo creativo y fácil para que pueda familiarizarse con conceptos básicos financieros y enseñarles valores como la previsión y la responsabilidad.
Tu ejemplo es la mejor forma de enseñarle. Cuando lo ven, lo aprenden de forma natural.
4 ideas para enseñarle a ahorrar
- Define metas y acompáñalo en cada paso
¿Alguna vez tu hijo te ha pedido un juguete, una bici o algo de su personaje favorito? Ese tipo de deseos son momentos perfectos para ayudarlo a definir objetivos a corto y largo plazo.
Una buena idea es establecer una paga semanal simbólica por tareas que vayan más allá de sus responsabilidades básicas. Eso le dará motivación y reforzará el vínculo entre esfuerzo y recompensa.
- Inspira a tu hijo a ahorrar
Cuando tu hijo puede ver su progreso, el ahorro deja de ser una obligación y se convierte en una emoción porque se siente más conectado con su objetivo. Para empezar, puedes optar por regalarle una alcancía o hacerla juntos: pintarla, decorarla y personalizarla puede ser una actividad divertida.
- Enséñale a dividir sus prioridades
Otra buena opción es dividir sus ahorros por metas en compartimentos: una para sus metas específicas y otra para sus gustos. Así empiezas a introducirlo a conceptos básicos de administración sin que se sienta como una clase aburrida, ayudándoles a tomar decisiones y darle valor a lo que realmente quieren.
- Crea una rutina divertida
A los niños no les gusta mucho que les hablen de finanzas… pero sí les encanta jugar. Cuando el aprendizaje se vuelve parte del juego, lo incorporan con más facilidad.
Puedes usar diferentes ideas según su edad como: stickers, libros para colorear diseñados con imágenes que le ayuden a asociar el dinero con el ahorro o crear retos semanales, por ejemplo: el número creciente, la meta compartida o dibujar la meta.
¡No lo olvides! No hay nada mejor que tu ejemplo
Ahorrar junto a tu hijo es una forma de fortalecer el vínculo y construir un futuro lleno de oportunidades…
Los niños que ahorran a temprana edad tienen más probabilidades de tener una mejor situación económica en el futuro, porque desarrollan habilidades y hábitos de planificación financiera saludable. ¿Listo para crear grandes sueños con tus hijos?
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